Ubicada al sur del estado de Morelos, el proyecto retoma como base la construcción inconclusa de una casa de campo de un nivel para lograr adaptar las necesidades de espacio del cliente aprovechando de la mejor manera la estructura existente, mientras se obtenía el mejor provecho de las hermosas vistas de las montañas de la zona circundante al pueblo mágico de Tlayacapan. seguir leyendo
El concepto partió del encuentro volumétrico y de color entre lo viejo y lo nuevo; los muros existentes de piedra del lugar fungieron como basamento de cuerpos superiores regulares y blancos, que fueron cambiando de dirección de acuerdo a las vistas que la propia altura ofrecía, en el segundo nivel este movimiento de dirección genero una terraza interna triangular con vista a la alberca de la casa.
La distribución interior es una franca representación del comportamiento exterior, dividiendo los espacios de acuerdo a las vistas que se buscan captar, el cuerpo de la primera recamara tiene un cantiléver de tres metros y medio, mientras que el tercer nivel mantiene un cuerpo en volado de dos metros, dando la impresión de que la concepción de la casa se dio apilando piezas de lego una sobre otra.
La escalera corta los volúmenes al interior, creando una franja de circulación vertical, que tiene a su vez la función de generar orden en la cocina, la sala, el comedor, y los cuartos inferiores.
La estructura fue pensada en practicidad de construcción, y flexibilidad en los claros interiores, por lo que se decidió el uso de acero en vigas y muros estructurales para continuar con la transmisión de cargas a los cimientos existentes. Por la disposición en un sentido de los elementos portantes, fue posible el abrir con ventanales de piso a techo las vistas principales del proyecto.
La ubicación de la alberca en la planta baja permite tener como fondo las montañas de la zona, así como el juego volumétrico de la casa que se desenvuelve a un costado.
El proyecto toma el carácter de sus alrededores como basamento, pero se desenvuelve en sus niveles superiores de forma independiente y contrastante con el resto del entorno, y es ahí donde reside un gran valor, puesto que no pretende mimetizarse con su entorno, sino que funciona como un faro o un mirador en medio de los campos y montañas circundantes.
2017
Habitacional 450 m2
Privado
Andrés Ortega, Antonio Abad y Erik Montes.
Ernesto Olea
Primsa
Iridia González
Homify